Así hizo Oyarzabal el 1-0 de la temporada pasada ante el Barça. |
Y como las cosas marchan bien, Eusebio no ha querido tocar absolutamente nada, empezando por la convocatoria. Los mismos 18 que viajaron a Gijón son los que afrontarán este choque ante el Barcelona. La enfermería no ha cambiado en la última semana y siguen fuera de combate los mismos jugadores, Markel, Pardo y Gaztañaga. En cuanto a los descartes, también los mismos. Agirretxe, que tendrá que esperar todavía para reaparecer, Zaldua y Hñector. Granero, por tanto, vuelve a estar entre los 18 escogidos y esperando también para debutar en la presente temporada. Como ya sucedió hace una semana, Eusebio no echa mano del Sanse para esta jornada, con lo que tanto Zubeldia como Bautista, que son los dos potrillos de los que más se ha hablado durante las últimas semanas, tendrán que seguir esperando para hacerse un hueco con el primer equipo.
Sin cambios en la convocatoria, tampoco se espera que los haya en el once. De esta forma, y como ya sucedió en Gijón, jugarán Rulli en la portería, con Iñigo Martínez y Raúl Navas en el centro de la defensa y Carlos Martínez y Yuri en los laterales. Illarramendi, Zurutuza y Xabi Prieto volverán a formar el centro del campo y la línea más ofensiva estará compuesta por Oyarzabal, Vela y William José. Cualquier variación de este once tipo ahora mismo sería una inmensa sorpresa, incluso teniendo delante a un equipo como el Barcelona y ante el que casi todos los equipos, incluyendo la Real, han introducido cambios más defensivos en muchas ocasiones. En el banquillo esperarán Toño como guardameta suplente, Elustondo, Mikel González, Granero, Canales, David Concha y Juanmi.
La Real, con su racha de cuatro victorias consecutivas, se ha aupado hasta la quinta posición gracias a sus 22 puntos, los mismos que el Villarreal, el equipo que cierra la zona Champions, y a cuatro del Barcelona, segundo clasificado, que a su vez persigue al líder, al Real Madrid, que le saca cuatro puntos de ventaja. No podría llegar este partido en mejor momento para la Real, que ha ganado sus cuatro últimos partidos, con un balance goleador de 10-1, y que también cuenta por victorias sus cuatro últimas comparecencias ante su afición. Sólo el Villarreal ha encajado menos goles como local que la Real, y eso que por Anoeta ya han pasado Real y Atlético de Madrid. Los números del Barcelona a domicilio, en todo caso, asustan, y es que ha ganado cinco de los seis partidos que ha disputado lejos del Camp Nou. Sólo el Celta le ha ganado, en un frenético partido que acabó 4-3, y su balance goleador como visitantes es de 8-19, el Barça lleva cinco jornadas sin ganar un partido por más de un gol, venció cuatro por la mínima y empató la pasada jornada a cero en casa ante el Málaga.
El Barcelona ha visitado San Sebastián en 69 ocasiones, siempre en Primera División, y el balance es de 29 triunfos para la Real, 17 del Barça y 23 empates. La mayor goleada txuri urdin, 4-1, se ha dado en dos ocasiones a lo largo de la historia, en la temporada 1930-1931, con goles de Cholín, dos de Bienzobas y Mariscal; y en la 1987-1988, con tantos de Górriz, doblete de Zamora y otro gol de Bakero. El mayor correctivo que el equipo blaugrana ha infringido al txuri urdin es el 0-6, logrado además con todos sus goles en la primera mitad, con el que acabó el encuentro de la temporada 2000-2001. En Anoeta son ya veinte los encuentros ligueros, con un balance de ocho triunfos para la Real, siete empates y cinco victorias del Barcelona. La última data de la temporada 2006-2007. Desde entonces, y tras el paso realista por Segunda, un empate a dos en la temporada 2011-2012 y cinco victorias de la Real nada menos. Nadie ha sumado más puntos contra el Barça en casa en estos años.
El último de estos duelos, el de la pasada campaña, la 2015-2016, acabó con el triunfo de la Real por 1-0 con un espléndido tanto de Oyarzabal. El precioso testarazo del canterano en el minuto 4 de partido, digno del mismísimo Kovacevic y tras un magnífico centro de Xabi Prieto, bastó para liquidar el encuentro. Rulli ya había salvado a la Real con una espléndida salida ante Munir antes del tanto decisivo y después se convirtió en un auténtico muro. En la primera mitad sacó una mano portentosa tras un disparo de Arda que había rebotado en la pierna de Diego Reyes. En la segunda sacó un disparo lejano de Iniesta que buscaba la escuadra y protagonizó una antológica estirada para impedir el gol de falta de Neymar, además de oponerse a un disparo a bocajarro de Messi. Oyarzabal y Rulli fueron los nombres destacados de una bravísima Real que hizo lo que parecía imposible, sumar la cuarta victoria consecutiva ante el Barcelona.
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